13 de febrero de 2021

Dejar atrás

Sabía que no iba a volver. Aún no se había hecho a la idea, pero lo tenía claro. La noche anterior había estado revisando sus pertenencias y decidiendo qué iba a meter en aquella bolsa de viaje. A lo largo y ancho de la casa, no eran pocos los objetos de valor que inundaban las estancias, por eso le fue harto complicado hacer sus elecciones. Fue entonces cuando se preguntó: “¿Seguro que esto es lo que quiero?”.

Antes de marcharse, revisó cada una de las estancias por última vez para comprobar que llevara lo imprescindible. Le gustaba asegurarse de que todo estuviera bien atado, tanto, que a veces se pasaba de rosca. Pero toda precaución siempre es poca. En cuanto cogió las llaves para salir, un escalofrío recorrió su espalda, de tal forma que su estremecimiento hizo tintinear las llaves. ¿Seguro que eso era lo que quería?

Negó con la cabeza, intentando quitarse de encima esos pensamientos intrusivos, y abrió la puerta. Cogió la bolsa de viaje, que había quedado más ligera de lo que esperaba, y miró atrás por última vez. En el fondo, echaría de menos pasar el tiempo en su tan querida habitación, recorrer el interminable pasillo y, especialmente, sentir la brisa y el calor del sol en el florido balcón. Aun así, había llegado el momento de abandonar la casa que la había visto crecer. Salió, cerró la puerta y empezó a girar la llave para dejarlo todo a buen recaudo. Cuando dio la última vuelta, se quedó mirando fijamente la cerradura con la mente en blanco, sin ver nada más allá que una serie de imágenes desordenadas, fruto de sus pensamientos. ¿Seguro que esto era lo que queríamos?

Con las energías en reserva, sentía que sus fuerzas pendían de un hilo, como una vela que lucha por mantener viva una llama entre la cera líquida. Sin embargo, no osó volver atrás. Nunca había mostrado ningún signo de debilidad, y esa no iba a ser la primera vez. Firme y decidida, se alejó cada vez más, mientras sentía que una parte de sí misma se iba diluyendo con cada paso que daba. Efectivamente, poco a poco dejó de ser ella misma, pero ¿seguro que era lo que quería?